En el mundo actual, cuidar la imagen personal es casi un arte, una forma de volverse único. No hablamos solo de cómo vestimos o qué perfume usamos, sino de un estilo de vida que combina bienestar, estética y placer. De esta manera, como sabemos disfrutar de un buen cóctel preparado con esmero, también buscamos armonía en nuestro rostro y cuerpo, recurriendo cuando es necesario a la medicina estética y a procedimientos que realzan nuestra confianza.

Cada día más personas eligen hacerse algún retoque estético como una rinoplastia, con especialistas como el Dr. Ramón Cobo, con el objetivo de sentirse mejor. Y aunque parezca que eso no tiene mucho que ver con el mundo de las bebidas, ambos universos comparten algo importante, el gusto por los detalles, por cuidarse y disfrutarse. Un cóctel bien servido puede ser un símbolo de elegancia, así como una intervención bien realizada, también. En este artículo, hablaremos de algunas similitudes sobre la medicina estética y la mixología, respondiendo a ciertas cuestiones que pueden plantearse antes de una intervención.

¿Se puede beber alcohol antes y después de una cirugía estética?

Esta es una de las preguntas más habituales antes de pasar por quirófano, especialmente entre quienes llevan una vida social activa o disfrutan de la mixología como parte de su rutina. Antes de cualquier cirugía estética, lo más recomendable es evitar el alcohol al menos durante 48-72 horas. El motivo es simple, ya que el alcohol fluidifica la sangre y puede aumentar el riesgo de sangrado durante la intervención.

Por otro lado, después de la cirugía, el descanso es clave. Los especialistas aconsejan esperar al menos entre 7 y 10 días para volver a beber alcohol, dependiendo del tipo de procedimiento. Esto se debe a que el cuerpo necesita recuperarse y el alcohol puede provocar inflamación, interferir con la cicatrización e incluso alterar los efectos de los medicamentos postoperatorios.

Cabe mencionar que, incluso si la cirugía no es facial, como un lifting o una rinoplastia, el alcohol actúa en todo el organismo. Por eso, aunque se tenga antojo de un gin tonic o una copa de vino para celebrar el resultado, es mejor esperar y hacerlo en el momento correcto.

Beneficios de cuidarse durante el postoperatorio

Adoptar una actitud responsable durante la recuperación tiene beneficios muy visibles. Por ello, seguir los consejos de los especialistas puede repercutir en:

  • Menos inflamación y hematomas: Al evitar el alcohol se ayuda a reducir los morados y se permite que la piel se recupere más rápido.
  • Resultados más estéticos: Dormir bien, mantenerse hidratado y seguir una alimentación ligera mejora el resultado final de cualquier intervención. Por ello, cuidarse después de una intervención es básico.
  • Mejor cicatrización: El cuerpo necesita oxígeno y nutrientes para sanar; el alcohol dificulta este proceso. El alcohol tiende a deshidratar el cuerpo, lo que no es positivo para una buena cicatrización.

Durante esos días de reposo, se puede optar por cócteles sin alcohol (mocktails) como alternativa chic y saludable, tales como Spritz de frutos rojos sin alcohol, Agua con pepino y menta o un Virgin Mojito.

Conclusiones a tener en consideración

Cuidarse también es un acto de lujo, por lo que saber cuándo brindar y cuándo esperar forma parte de un estilo de vida equilibrado y consciente. Después de una cirugía estética, ya sea un retoque corporal o algo tan delicado como la nariz, darse un tiempo sin alcohol es una forma de honrar el cambio.

En este sentido, ya habrá ocasión de celebrar con un cóctel en una terraza al atardecer, sintiéndose renovado/a y con plena confianza, porque el verdadero brindis llega al mirarse al espejo y gustar lo que se ve.